El concejal Richmond sospecha que hubo una filtración dentro de su propio equipo y que eso afectó a su campaña. Sarah y Holder ubican a un posible testigo del homicidio y este los guía a un nuevo sospechoso. Mitch se cierra completamente, lo que obliga a Stan a asumir el papel de ambos, en tanto su familia intenta asimilar la realidad de haber perdido a Rosie.
El diablo
Unos reporteros se abalanzan sobre Richmond y preguntan por su relación con la víctima de homicidio y por qué se la halló en uno de los autos de su campaña. Él les dice que la muerte de la joven no tiene nada que ver con la política. La concejala Ruth Yitanes llega al mitin y se enfurece con Richmond por no haberle contado sobre la muchacha y porque se filtró a la prensa su apoyo a Richmond, su colega. Le advierte que, para cuando la prensa termine con él, no será más que el remate de un chiste vulgar.