Atrapado cara a cara con Punisher, Daredevil lucha con la moralidad de la justicia vengadora. Mientras tanto, Foggy y Karen trabajan para salvar la empresa.
Daredevil se despierta como cautivo de Punisher y le ruega que deje de matar, sintiendo que hay bondad dentro de cualquiera y que ningún criminal está más allá de la redención. Punisher insiste en que lo que hace es necesario, que al asesinar a los criminales evita que vuelvan a hacer el mal, mientras que Daredevil simplemente retrasa lo inevitable al herirlos. Su debate culmina cuando Punisher saca a relucir a Grotto. Punisher le ofrece a Daredevil una elección que lo deja en un dilema moral.