La búsqueda del pornógrafo desencadena una revelación alarmante, y Holder busca a quién echarle la culpa. Mientras tanto, Twitch y Lyric encuentran su hogar de ensueño.
Ahora que el pastor Mike quedó absuelto de los homicidios, Sarah y Holder se enfocan en Joe Mills, que volvió a aparecer. Mientras tanto, Sarah espera que la fiscalía determine si Adrian Seward tiene o no la estabilidad mental necesaria para ser un testigo fiable. Como es el único testigo ocular del asesinato de su madre, puede que tenga en sus manos la libertad de su padre.