Tras un accidente con su teléfono, Zoey descubre una aplicación mágica que le permite controlar a los chicos.
Cuando su madre se casa de nuevo, Zoey se encuentra en una casa en caos con un padrastro ruidoso y tres hermanastros descontrolados. Tras un accidente con su teléfono, Zoey descubre una aplicación mágica que le permite controlar a los chicos. Emocionada con esa oportunidad de poner todo en orden, le ordena a los chicos que se porten mejor, pero descubre que al no dejarlos ser como son, crea otros problemas completamente distintos.