Por un problema legal, Isabel y su hija Ana Rosa se ven obligadas a mudarse a casa de su ex empleada doméstica Marta y su hija Ana Jasmim. La nueva convivencia transformará la vida de todas, reviviendo antiguos conflictos del pasado. Mientras tanto, la relación de Marta con un usurero empeora, trayendo graves consecuencias.
Isabel descubre que su marido la usó como testaferro de un plan de corrupción y termina condenada a arresto domiciliario junto con su hija en la casa de su ex empleada doméstica Marta. Marta ahora es propietaria de un pequeño negocio de comida para llevar. Su hija, Ana Jasmim, ayuda en la empresa y sueña con estudiar moda. La llegada de Isabel y su hija Ana Rosa a la casa de Marta genera tensión y revuelve temas no resueltos del pasado. La convivencia forzada obliga a madres e hijas a repensar sus relaciones y encontrar nuevos roles. Mientras tanto, la casa vive bajo la constante amenaza de un usurero.
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