Aava quiere tener un perro. Su padre le propone una peculiar prueba: si es capaz de pasear un palo durante dos semanas, podrá tener un perro. A medida que Aava se encariña con el palo, aumenta la tensión entre sus padres. La madre de Aava ve la prueba de su marido como una distracción para no asumir sus responsabilidades. Los conflictos familiares alteran de forma sorprendente el viaje de Aava.
La joven Aava sueña con tener un perro. Su escéptico padre idea una prueba para saber si es lo suficientemente responsable. Si es capaz de pasear un palo con correa durante dos semanas, considerará su petición. Aava se embarca en este peculiar reto, pero, sorprendentemente, se encariña con el palo. Mientras, la tensión aumenta entre sus padres. La madre de Aava percibe la inusual solución de su marido como una forma de evitar el problema, lo cual apunta hacia problemas familiares más profundos. Sus desavenencias alcanzan su punto más alto, afectando de forma inesperada la búsqueda de Aava.