El 15 de julio de 1992, una joven madre llamada Rachel Nickell fue asesinada en Wimbledon Common ante la mirada de su hijo Alex, de tres años. Su muerte daría lugar a uno de los errores judiciales más famosos de la historia criminal británica.
El 15 de julio de 1992, una joven madre llamada Rachel Nickell fue asesinada en Wimbledon Common ante la mirada de su hijo Alex, de tres años. Su muerte daría lugar a uno de los errores judiciales más famosos de la historia criminal británica.