André se despierta de la siesta y ve a una molesta abeja con un aguijón tremendo. André piensa que puede ser más rápido que la abeja que quiere picarlo, pero Wally B. sabe que puede alcanzar a cualquier objetivo que se proponga.
No hay nada mejor que una buena siesta en un frondoso valle. Pero cuando André se despierta, ve a un molesto insecto rayado negro y amarillo con un aguijón tremendo. Así que decide salir corriendo, aunque no será un paseo fácil, sino doloroso. André, quien se considera un tipo listo, piensa que puede engañar y ser más rápido que la abeja, pero Wally B., como todos los insectos, se las sabe todas y consigue alcanzar a su objetivo en cuestión de segundos.