Un médico interrumpe la alimentación de Vincent sin informar a la familia. Algunos miembros inician una batalla legal. Incapaces de resolver la situación, los tribunales envían el caso a las más altas instancias de la justicia. La ley está en peligro, y el caso de Vincent podría afectar a las otras 1700 personas con lesiones cerebrales graves.
Un médico decide interrumpir la alimentación de Vincent sin informar a sus padres ni a sus hermanos, lo que conmociona a toda la familia. Algunos miembros de la familia se oponen a la decisión e inician una batalla legal armada con algunos de los abogados más despiadados de Francia. Tras treinta y un días sin sonda de alimentación, se decide que Vincent debe volver a ser conectado. Incapaces de resolver la situación, los tribunales envían el caso a las más altas instancias del sistema jurídico francés. Las leyes sobre el final de la vida están en peligro, y el caso de Vincent podría afectar a las otras 1700 personas del país con lesiones cerebrales graves. Se vota una nueva ley.