Por su décimo cumpleaños, Romy quiere organizar una fiesta legendaria. Necesita toda la ayuda posible: Vic se encarga de las entradas y salidas y Clara tiene que ir a por la tarta. En cuanto a Fred y Emma, su única misión es estar fuera del salón. No supone un problema para Emma, que tiene una importante reunión; pero para Fred es una pesadilla.
Por su cumpleaños, Romy está organizando su primera fiesta y quiere impresionar a su amiga Sarah-Jane. Pone todos los medios para lograrlo: Clara está encargada de ir a por la tarta y Vic de las entradas y salidas, y lo más importante, de asegurarse de que Fred y Emma no van al salón, pues la fiesta es solo para niños. Pero a Fred lo aterroriza el hecho de que su hija pequeña dé su propia fiesta sin adultos, y le da miedo que las cosas se vayan de las manos. Mientras Emma tiene una importante reunión durante la fiesta, a Fred le cuesta quedarse quieto.