Un cordero danza con alegría frente a los demás animales, hasta que pierde su brillante pelaje y sus amigos de la pradera se burlan de él por estar recién esquilado. Afortunadamente, un lebrílope que pasa por ahí lo ayuda a recobrar la confianza en sí mismo y ser feliz a pesar de su aspecto.
Nos muestra a un cordero cuyo elegante baile es muy popular entre el resto de animales del entorno, pero un día es esquilado, lo que le hace perder la confianza en sí mismo ante las burlas de sus vecinos. En este estado es cuando un lebríope le enseña las ventajas de saltar en lugar de bailar. El cordero conviene en ello y su popularidad se recupera entre los vecinos.