Cuando los sobrinos de Donald van a su casa disfrazados para Halloween, él les arroja agua y se ríe de su jugarreta. La bruja Hazel ve esto y decide ayudar a los chicos. Por medio de la magia, hace que Donald la pase fatal y los chicos finalmente reciben sus dulces.
Cuando los sobrinos de Donald van a su casa disfrazados para Halloween, él les arroja agua y se ríe de su jugarreta. La bruja Hazel, montada en su escoba, ve esto y decide ayudar a los chicos. Por medio de la magia, hace que Donald la pase fatal y los chicos finalmente reciben sus dulces.