A mediados de los 90, Orlando era el epicentro de la emoción en la NBA. La joven franquicia liderada por Shaquille O'Neal y Penny Hardaway venció a Michael Jordan y a los Bulls camino a las finales de la NBA de 1995. Ese año perdieron ante los Rockets, pero el equipo era una dinastía en ciernes. Una clásica historia de "lo que podría haber sido" en la que el éxito llegó rápido y luego desapareció.
A mediados de los 90, Orlando era el epicentro de la emoción en la NBA. La joven franquicia, liderada por las megaestrellas Shaquille O'Neal y Penny Hardaway, venció a Michael Jordan y a los poderosos Bulls de camino a las finales de la NBA de 1995. Ese año perdieron ante los Rockets, pero estaba claro que el equipo de Orlando era una dinastía en ciernes. Pero el momento de los Magic en la cima nunca llegó a concretarse del todo: una clásica historia de "lo que podría haber sido", en la que el éxito llegó rápido y a lo grande, y luego "puf", la magia desapareció. Dirigida por Gentry Kirby y Erin Leyden.