El director, Rory Karpf, nos adentra en la poco conocida vida de Tim Richmond, el piloto de NASCAR que supo vivir su vida a pleno y cuyo inesperado retiro de las competencias revivió rumores de un potencial abuso de drogas cuando, en realidad, Richmond había sido diagnosticado con SIDA.
Tim Richmond vivió demasiado rápido, de fiesta en fiesta y falleció siendo demasiado joven. Uno de los 50 Mejores Pilotos de NASCAR de todos los tiempos, su inesperado retiro de las competencias revivió rumores de un potencial abuso de drogas cuando, en realidad, Richmond había sido diagnosticado con SIDA. El director, Rory Karpf, nos adentra en la poco conocida historia de unos de los grandes astros de NASCAR.